"La Terrorífica Historia de Los Autos Chocolate"

 

En el mes más espeluznante del año, porque se celebra Halloween, pero sobre todo en el marco de este peculiar año 2020, (al que ya le tenemos miedo porque ha sucedido de todo); hoy quiero contarles una historia que de verdad no sólo nos aterroriza y nos roba el sueño en las ciudades fronterizas de México y que tiene que ver con el tema de los "autos chocolate".

Para quienes viven fuera de nuestro hermoso país, se le llama así a los vehículos de procedencia extranjera que circulan de lado mexicano y que por negligencia y otros "intere$$es" del gobierno federal no pueden ser legalizados y por ende, no hay manera de realizar con ellos ningún trámite que permita que circulen con su documentación en regla: placas, tarjeta de circulación, engomado ecológico, etc...

Este no es un problema nuevo... Desde siempre, en los estados que colindan con Estados Unidos, se ha dado el cruce de autos (en buen estado, aunque las autoridades digan lo contrario), para ser comercializados en mucho menor precio que los autos de agencia.

Desde hace años, algunas organizaciones que tienen acuerdos parciales con el gobierno, han hecho de esto un negocio, emitiendo algunos permisos y placas conocidas como "Pafos" con los que durante años han permitido que las personas que son propietarias de este tipo de vehículos circulen con cierta tranquilidad por la ciudad.

Desde hace años es así... Con las ventajas y desventajas que esto implica... Sin embargo el pasado mes de septiembre, el gobierno del estado, sin tomar en cuenta la situación crítica que impera en todo el país debido a la pandemia, decretó, (de manera absurda y sin tomar en cuenta las circunstancias de una ciudad fronteriza), que todo auto en circulación sin registro y con placas de este tipo, sería decomisado sin excepción; como una "supuesta" medida para reducir los altos índices de delitos y violencia.

En un principio, el gobernador del estado: Javier Corral comentó que el decomiso sería únicamente para autos de lujo con vidrios polarizados; que son los que de manera usual utiliza el crimen organizado para cometer delitos;  pero es aquí donde comienza el terror de esta espeluznante historia porque lo que de manera absurda se contempló como una medida para frenar la delincuencia, se convirtió en una verdadera "cacería de brujas" que ha dejado a familias que con mucho esfuerzo se han hecho de un vehículo y lo usan para ir y venir a su trabajo, sobre todo en puntos de la ciudad donde el servicio de transporte público -que por cierto lleva años en condiciones deplorables e ineficientes- tarda mucho en llegar o después de cierta hora, simplemente ya no da servicio.

Pero veámos... En esta historia hay tantos puntos de vista que considerar, tan válidos como las opiniones tan divididas que genera... Por un lado están los propietarios de vehículos que circulan debidamente, con todos sus papeles en regla y quienes en su mayoría opinan que es injusto para ellos que ya pagaron su derecho a poder circular, que se permita no sólo que los "autos chocolate" circulen, sino que se otorgue una oportunidad para legalizarlos.

Por otro lado está la postura del gobierno... Es bien sabido que en México todas las decisiones importantes las toma el gobierno federal en la ciudad de México; y es aquí donde empieza a complicarse la cosa; porque un funcionario público que vive en la capital del país, jamás va a entender que no es lo mismo aplicar la ley para una persona que vive en Campeche, que para otra que vive en Monterrey -por decirlo de alguna manera- Ellos han decretado, argumentando que la industria automotriz tendría pérdidas considerables de dinero si los "autos chocolate" se legalizaran, pero si fuera así,  sería ilógico que en Ciudad Juárez tan sólo en este año 2020 hubieran llegado 3 ó 4 agencias nuevas de autos nuevos... Sí, así con todo y "chocolatitos" en la calle.

El título de este post está tan lleno de sarcasmo, como de verdad... Es de verdad una historia terrorífica para quienes vivimos en las ciudades fronterizas, ahorrar más de un año para comprar un auto, para que la policía federal o de vialidad, sin más ni más te detenga y te decomise tu auto sin derecho a recuperarlo con una multa... Eso sin contar las extorsiones de la policía municipal, quienes no tienen facultad para decomisar "chocolates" pero aprovechan esta situación para extorsionar (no se le puede llamar de otra forma) y pedirte "mordida" a cambio de no denunciarte con las autoridades de los dos primeros niveles de gobierno.

Para nadie es nuevo que en México el principal cáncer es la corrupción... Y eso es en gran parte uno de los puntos a considerar que no permiten que este problema se resuelva... Hay muchos intereses de por medio; y aunque sí, es verdad que si tienes un carrito chocolate, la solución más práctica sería pagar la debida importación y registro: ¿Cómo le haces si el gobierno no te permite hacerlo si tu auto no es del 2010 en adelante y además a un precio casi como si te compraras un carro de agencia?

Otros dicen: "Pues dejen de comprar chocolates y mejor compren uno de agencia o ya debidamente registrado"... Ok... Efectivamente es una solución, pero no está al alcance de familias que viven con el sueldo de la industria maquiladora y que tienen que gastar además de transporte, comida, vivienda y servicios públicos (sin contar otras necesidades esenciales).

En este momento, cuando escribo esto, el panorama es el siguiente: quienes pueden resolver este problema: Los gobiernos: federal, estatal y municipal; además de sus notables discrepancias partidistas, pareciera que juegan al "teléfono descompuesto" y si a eso le sumamos que el actual presidente de la república, está más preocupado por la "Rifa de un avión" y en los días recientes por la "Calidad de los Quesos", no se necesita ser adivino o  tan siquiera medianamente inteligente, para darse cuenta que este conflicto va a ser más complicado y duradero que la misma pandemia en si...

Si intentamos analizar todo esto desde una perspectiva filosófica, tal vez llegaríamos a la conclusión de que la vida no es justa... En este caso, no es justa para los que circulan con todo en regla, ni tampoco para las personas a quienes mientras esto se resuelve o no, no les queda otra opción que salir a las calles con su auto chocolate; escondiéndose de la policía -como si de verdad fueran delincuentes- porque en una ciudad fronteriza donde las distancias son tan infames y el transporte público tan ineficiente, un auto ya no es un lujo, sino una necesidad.

Ya ni digo nada de los índices de delincuencia que siguen por las nubes, y de los policías cuyos autos particulares tienen placas de texas o engomados pafos... Como dicen por ahí: "en fin, la hipocresía"...La incongruencia a todo lo que da...

No todo es malo... Hay que reconocer que el gobierno municipal ha estado insistiendo y abogando en una resolución positiva para todo esto, al igual que una par de diputados (¿Sólo dossss de todos los que nos representan?)... Guardo silencio respecto a eso y no sé si reír o llorar... 

Cabe mencionar también que en Baja California se rumora de un censo, y hay quienes dicen que es simplemente que Andrés Manuel López Obrador cumpla su promesa de lanzar un decreto que permita a todos circular de manera legal... 


Mientras esto sucede o no sucede, y más allá de si es Halloween o no, para quienes un "auto chocolate"  es la única opción, seguiremos circulando expuestos a los decomisos, en una ciudad que se encuentra en semáforo rojo y con toque de queda... Sin contar que el transporte público sigue funcionando atiborrado de gente y sin supervisión de ningún tipo... Créanme que exponerse a eso da más miedo que  un decomiso o que cualquier historia de muertos y aparecidos.

Es así como en medio del cáncer de la corrupción, y las "brillantes medidas de seguridad" que toman algunos funcionarios públicos que sólo se echan la pelota unos a otros o se la pasan jugando golf, esperamos que pronto haya una respuesta favorable para solucionar este problema... Por lo pronto hoy, nuestros chocolatitos "se libraron" de las revisiones tipo delincuente y las mordidas de policías corruptos en el camino de ida y de regreso.

Ojalá que mañana sea igual, y así hasta que esto se resuelva y nos permitan andar "legales" como debe de ser y como todos los demás. De verdad es lo que más deseamos, aparte de la "Paz Mundial".

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