Páginas y Días en Colores...

5:00 am de la mañana en la mesa de un restaurant desierto. Aún no amanecía, y aunque yo estaba cansada por haber trabajado durante toda la madrugada, había un lapso de tiempo muy grande entre la jornada laboral que ya había terminado y la que por ser el quinto día de la semana, tenía que cumplir horas más tarde también.

El hambre haciendo ruido en mi estómago y las ganas de tomarme un respiro fue lo que me hizo llegar hasta ese lugar, en ese nuevo día que todavía no comenzaba. A pesar de mi costumbre de siempre de "auto regalarme" cosas, fue desde la mesa de ese lugar, sin otra compañía más que la mía propia, que me di cuenta que hacía mucho no me regalaba un instante del día tan sólo para mi.

Haber llegado hasta ahí con la intención de comer algo muy rico era ya el primer paso; pero a pesar del sabor agradable y dulce del café los pensamientos en mi alma, más que en mi cabeza me recordaron que a pesar de que todo lo que vivo y siento lo hago en letras; no he vuelto a escribir...

Las Páginas Sueltas y recientes han sido de colores opacos que van del gris al negro... Hay veces en que puede pasar un día en que el lunes sea gris, y el martes y miércoles eso se repita; luego al siguiente se puede colar un color más vivo entre el amarillo y el naranja; pero cuando los sentimientos son nostálgicos y oscuros, evito escribir para no enaltecer a la tristeza aunque parezca que esta ha venido con toda la intención de instalarse por un período de tiempo indefinido.

Cuando eso pasa la melancolía es infinita... Porque los recuerdos se hacen tan presentes que me llevan a pensar si lo que viví fue de verdad real o sólo un sueño imaginario... Quiero ir a buscarla pero veo y escucho los aviones pasar de madrugada y sé que eso ya no es posible porque ella ya no está, ya no se encuentra en ningún lado a donde pudiera ser posible que yo vaya; y eso acrecenta mi sensación de estar perdida y sin rumbo, en medio de una ciudad que ante mis ojos se volvió tan enorme y distinta. a pesar de que ella nunca estuvo aquí.

Mi cuerpo físico está agotado: siempre digo que es consecuencia de trabajar tanto, y claro, es una manera de justificar lo pesada que se siente la tristeza en el alma: pero así como se siente igual de intenso eso; hay otros en que los momentos del pasado que se proyectan como si fueran fotografías con movimiento en mi memoria, me recuerdan anécdotas chistosas o situaciones que le provocaban bastante risa o terminar con una las tantas frases que con frecuencia decía, y entonces sonrío yo también y el día ya se pinta, no sólo de un color distinto; sino también de un tono más brillante y bonito.

Cuando eso sucede sonrío y agradezco por haberle conocido, por el tiempo que compartimos, porque me siento profundamente afortunada de que fue alguien a mi tan cercana y que me conoció y la conocí sin ninguna reserva... Caer en la cuenta de eso en un lugar tan público como desierto a esa hora fue para mi además de toda una revelación, un inmenso regalo que me dio mucha paz.

La cosa no paró ahí... Un par de días después, viendo en mi poco tiempo libre una entrevista que le hicieron a una persona que admiro profundamente y por quien estudié la carrera que ha sido una de las decisiones más acertadas en mi vida; ella hablaba exactamente de esto mismo pero haciendo referencia a su hermana que falleció hace algunos años atrás; pero ella, como algo adicional concluía que sentirse agradecido por haber tenido la bendición de compartir con una persona especial el tiempo que Dios le concedió para estar en este plano es también dimensionar como darle un sentido real y verdadero a la expresión de: "Hágase tu voluntad"...

Desde antes que ella decidiera irse yo siempre dije que si yo tuviera la posibilidad de volver a repetir todo, aunque el resultado fuese el mismo, sin dudarlo ni por un microsegundo lo volvería a hacer; porque más allá de los errores que cometimos y de los momentos en que nos hicimos daño, para mi si fue un regalo que apareciera y fuera parte de mi vida...

Tal vez por ahora no pueda escribir mucho, pero eso no significa que no lo volveré a hacer... No sé cuanto tiempo me tome, ni tampoco sé si mis letras volverán a ser como lo eran en los días en que ella venía a este espacio y le daba sentido a todo lo que yo escribía... No sé si desde donde esté se de cuenta de eso (supongo que no, pues en el cielo seguramente debe haber cosas mucho más interesantes que hacer); pero eso se vuelve irrelevante cuando por alguna razón la tristeza es desplazada por la certeza absoluta y contundente de que ella  además de estar mucho mejor, ha vuelto a ser la persona dulce y especial que un día vi esperándome en el aeropuerto de un país lejano (ahí sólo nos encontramos, pues ya la conocía desde hace tiempo y quizá lo más seguro desde otras vidas).

Eso me reconforta como nadie puede darse una idea.. y aunque no estoy aún del otro lado y sé que habrá días en que el peso del alma seguirá haciendo que mi cuerpo se sienta muy cansado y que seguiré recorriendo de un lado a otro esta ciudad desértica donde sin encontrarla me hace sentir perdida; al menos me ha hecho entender que soy yo quien tiene que tirar hacia adelante de mi misma, porque los tonos grises también forman parte de la gama de colores.

Su risa, sus frases, su acento tan lindo y la manera en que se "divertía barato" -como ella misma decía- son los pincelazos de colores para esos días oscuros del alma; para agradecer por su vida en la mía y en la de todos los que la conocimos, para celebrar Señor, el que se haya hecho tu voluntad...

Comentarios

Entradas populares