Día 6: De Sueños y Correos Inesperados...
Casi estaba segura que iba a escribir otra vez en el blog "Hoy tampoco sucedió nada interesante"... Y hubiera sido así, de no ser porque recibí un mail de Iván.
La verdad me sacó mucho de onda y casi se me fue el corazón a la garganta cuando lo vi (para los que no saben ¿quién es Iván?, él es el muchacho que hasta hace 1 año y medio era mi novio y al cual hasta ahorita sigo considerando como el gran amor de mi vida).
El caso es que después de todo este tiempo en que él ni siquiera me hace en el mundo ya, y yo por todos los medios he estado tratando de olvidarlo (sin mucho éxito que digamos), hoy me encuentro un mensaje de él en mi correo.
Me saca muchísimo de onda, porque las últimas dos veces que lo ví (una de ellas la comenté aquí en el blog), se dio cuando fue a la oficina de la agencia de publicidad a entregar unas postales (ya impresas y cortadas) que le había encargado uno de mis compañeros, lo cual provocó que sólo por esa circunstancia tuviera por fuerza que saludarme y platicar durante algunos minutos conmigo; mientras que la segunda, sucedió el día de "Thanksgiving", en Noviembre.
En esa ocasión volvió a la oficina ya para cobrar el cheque por su trabajo, y esa vez ya ni siquiera la comenté en el blog, porque fue muy triste, puesto que a pesar de que yo lo escuché desde que llegó a la oficina, en ese momento yo estaba hablando por teléfono y aún así aunque él sabía perfectamente que yo estaba ahí y conoce la parte de la oficina donde yo siempre estaba, cuando yo percibí que su actitud de indiferencia hacia mi era la misma de siempre, ni siquiera me esforcé en salir de mi lugar para ir a saludarlo como siempre lo había hecho y acompañarlo hasta afuera de la oficina, porque obvio no tenía caso lastimarme más yo sola, y tal y como yo lo supuse también, él tampoco hizo el menor intento por ir a saludarme, se limitó a preguntar por la persona encargada de los pagos, firmó su poliza y en cuanto le entregaron su cheque, se fue.
La verdad me sacó mucho de onda y casi se me fue el corazón a la garganta cuando lo vi (para los que no saben ¿quién es Iván?, él es el muchacho que hasta hace 1 año y medio era mi novio y al cual hasta ahorita sigo considerando como el gran amor de mi vida).
El caso es que después de todo este tiempo en que él ni siquiera me hace en el mundo ya, y yo por todos los medios he estado tratando de olvidarlo (sin mucho éxito que digamos), hoy me encuentro un mensaje de él en mi correo.
Me saca muchísimo de onda, porque las últimas dos veces que lo ví (una de ellas la comenté aquí en el blog), se dio cuando fue a la oficina de la agencia de publicidad a entregar unas postales (ya impresas y cortadas) que le había encargado uno de mis compañeros, lo cual provocó que sólo por esa circunstancia tuviera por fuerza que saludarme y platicar durante algunos minutos conmigo; mientras que la segunda, sucedió el día de "Thanksgiving", en Noviembre.
En esa ocasión volvió a la oficina ya para cobrar el cheque por su trabajo, y esa vez ya ni siquiera la comenté en el blog, porque fue muy triste, puesto que a pesar de que yo lo escuché desde que llegó a la oficina, en ese momento yo estaba hablando por teléfono y aún así aunque él sabía perfectamente que yo estaba ahí y conoce la parte de la oficina donde yo siempre estaba, cuando yo percibí que su actitud de indiferencia hacia mi era la misma de siempre, ni siquiera me esforcé en salir de mi lugar para ir a saludarlo como siempre lo había hecho y acompañarlo hasta afuera de la oficina, porque obvio no tenía caso lastimarme más yo sola, y tal y como yo lo supuse también, él tampoco hizo el menor intento por ir a saludarme, se limitó a preguntar por la persona encargada de los pagos, firmó su poliza y en cuanto le entregaron su cheque, se fue.
Así ha sido su actitud desde hace más de un año, y ese mismo día, en la oficina, yo estaba súper triste pensando en todo eso, cuando ya casi a la hora de salida del trabajo, sonó mi celular y como era un número desconocido contesté, pero nunca me imaginé que fuera él.
La razón de su llamada era para avisarme que el siguiente Jueves iba a haber una sesión con una señora que es una especie de guía espiritual. Cuando Iván y yo éramos novios, él me había platicado en ese entonces de esa persona y como es alguien que muy esporádicamente viene a la ciudad, me había prometido desde entonces, que si alguna vez volvía a Cd. Juárez, él me avisaría para ir juntos.
En resumen la llamada fue para eso, él quedó de confirmarme bien el día, la hora y el costo de esa supuesta sesión, pero lo que más me sacó de onda fue que me dijo que ese era su nuevo número de teléfono celular y quería que yo lo tuviera... (yo pensé en silencio ¿para qué quieres que te llame? ¿Para que te esté rogando y tu me mandes a la goma cada vez que te de la gana... No, muchas gracias). Evidentemente no lo guardé y aunque él tampoco me volvió a hablar ni tampoco me mandó por mail la información de la conferencia de la señora guía espiritual, desde esa vez no había sabido nada más de él.
Su correo de hoy por eso me sorprendió, porque no se acordó de mi ni en Navidad y Año Nuevo, y hoy me escribe para contarme como le fue en la famosa conferencia y para cuestionarme sobre la situación en el trabajo ¿y qué pienso hacer al respecto?...
La verdad dudo mucho que su preocupación sea genuina. Tal vez sea sólo curiosidad. Sé que se enteró a través de su mamá (puesto que la última vez que yo platiqué con ella para despedirme y darle las gracias por todo), comenté con ella algo al respecto, pero nunca me imaginé que ella le comentaría a Iván. A mi la verdad no me hubiera gustado, más porque sé que en este momento (y como ha sucedido desde que lo conozco hace 3 años) Iván también ahorita está enfocado a resolver todas las broncas de trabajo y dinero que trae.
No lo niego que me movió el tapete, a pesar de que ya no lo he buscado ni lo llamo, sabe muy bien que todo lo que siento por él se ha mantenido intacto en todo este tiempo, ¿pero eso de qué me sirve? si me ha demostrado a todas luces que eso para él ya no tiene importancia y nada de lo que yo pueda hacer o decir cambiaría las cosas entre nosotros dos.
... En fin, a pesar de que ya casi no hablo de él (lo cual no significa que ya no lo piense ni lo extrañe), lo cuento el día de hoy, porque es parte de lo que ha sucedido en este sexto día del año. Siento alegría porque por lo menos se tomó "la molestia" de preguntar ¿cómo estoy?, pero al mismo tiempo no espero ni que me conteste, ni nada más allá de eso...
Dios sabe mejor que nadie que amo a Iván con todo mi corazón y que si yo tuviera la mínima oportunidad para demostrarle con hechos lo que siento por él, lo haría, incluso, aunque yo sé que no está en mis manos resolver sus problemas, si yo pudiera, haría lo que fuera con tal de ayudarlo, pero él ya tomó su decisión hace tiempo, y aunque a pesar de que una parte de mi se resiste todavía a aceptar eso, hay ocasiones en que me siento tan desesperada, porque por un lado todos los días me muero de ganas de ir a buscarlo, de esforzarme por hacerle entender lo que siento y luchar por él (más de lo que ya lo he intentado); pero en contraposición y aunque parezca estúpido, sé que mientras esté enamorada de él no voy a poder involucrarme con nadie, pero en verdad no tengo madera de martir y estoy ya también muy cansada y desgastada emocionalmente y me gustaría abrir mi corazón y volver a enamorme de una persona que no tenga miedo arriesgarse, que valore todo lo bueno que yo pueda darle como persona y que quiera estar conmigo en las buenas y en las malas.
Lo único que puedo decir a modo de conclusión sobre eso, es que a veces me pregunto en las noches, si seré capaz algún día de dejar atrás toda la tristeza que siento y si cuando pase mucho más tiempo, llegará por fin el día en que ya no vuelva a sentir absolutamente nada más por Iván... No lo sé, eso es lo único que me lastima ahorita y me hace sentir vacía, pero evito en la medida de lo posible no pensar en ello durante el día, porque es algo que ya no está en mis manos resolver.
Por otro lado, hoy soñé que iba a un concierto, tipo como los que organiza la estación de radio Exa en la ciudad de México (donde se presentan varios artistas), del cual yo me enteraba de pura casualidad al pasar por una calle conocida aquí en Juárez y veía que en el cartel habia varios artistas buenos, pero me daba mucha emoción cuando entre los nombres de los grupos que estaban anunciados descubría el de ¡La Oreja de Van Gogh!.
Dentro del sueño yo me iba de volada a mi casa por mi cámara, regresaba al concierto con otras personas (no pude ver quienes eran), pero yo estaba contentísima porque habíamos alcanzado buen lugar en la primera fila y cuando por fin salía el grupo, yo tomaba muchas fotos y disfrutaba mucho de la actuación y las canciones. (lo cual sucedió precisamente la última vez que los vi en concierto).
Fue muy extraño que soñara a "La Oreja" y no a "Pausini", y el sueño fue tan real, que todavía hoy durante todo el día he estado con "el gusanito" de ir a sacar del cajón la cámara para vaciar las fotos de la memoria a la computadora... Pero bueno, quizá es sólo la sensación de que el sueño fue muy real y pues para cerrar este sexto día sólo espero que ese sueño signifique que para el mes de junio tendré la posibilidad de asistir a un concierto padre... Ojalá, ojalá... Cruzo los dedos, cierro los ojos y lo deseo con todo mi corazón.
¡Ah!, por cierto y antes de que se me olvide, hoy también pasó algo padre. Una persona que conocí hace poco y a la cual aprecio mucho, me pasó el contacto de un grupo muy especial que ya me había llamado la atención hace dos años y que actualmente está haciendo una labor muy hermosa en la ciudad y voy a tratar de ponerme en contacto con ellos, puesto que encaja perfecto para mis planes en este año, porque necesito dejar de centrar mi atención en mi propia persona, necesito ocuparme, mirar hacia otro lado ya y hacer algo con mi tiempo libre durante los fines de semana, si no voy a terminar por volverme loca...
Pero eso es sólo un plan del cual ya hablaré más en concreto en su momento... Tan sólo pido esta noche la fortaleza para súperar todos mis temores y fantasmas y porque pronto pueda encontrar mi camino y la vida me ponga exactamente en el lugar donde debo estar...
Vedali Domani.
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Me despido, saludos desde el DF