Punto de Encuentro

Te he buscado sin saber donde encontrarte... En medio de conversaciones tan equivocadas como clandestinas que a la par de hacerme saber que no es ese el camino, me dejan todavía con más necesidad de ti. 

He tratado de orientar mis pasos, guiándome por una brújula que marca el trayecto hacia ninguna parte, intento también encontrarte en el trazo de un dibujo que conserva las dimensiones y la forma exacta de tus manos, unas manos que de manera tangible en el plano físico hoy no existen más.

Día a día voy atenta buscando reconocerte entre la gente de una ciudad en la que nunca estuviste... Un lugar en el que de manera irónica me quedó tan grande desde que todo lo cubrió tu ausencia.

Extrañarte es algo similar a cuando respiro... No pienso en ello constantemente, pero es algo que siempre está ahí. 

Me pregunto si en otro espacio y tiempo las cosas serán distintas... En este plano sólo tengo la convicción de que dentro de mi todo se mantiene intacto...

Con todo eso guardado en el alma avanzo y respiro con rumbo hacia los días que aún no he vivido. 

De madrugada regreso a casa en silencio y te pienso... Al siguiente día cuando despierto, abro los ojos y aún en el espacio físico vacío de al lado siempre estás tan presente tú... En todas esas conversaciones sin palabras mientras manejo de madrugada, te pregunto ¿si tu crees de verdad en eso de que el amor va más allá de la forma de un cuerpo que aún no ha sido envuelto en un abrazo?, ¿o en la textura de una piel que jamás ha sido recorrida y desconoce lo que se siente estremecerse cuando percibe la provocativa complicidad de cercanía? 

Hasta hoy no he recibido respuesta alguna a nada de eso... No de la manera que yo lo esperaría: con tu voz disolviendo el silencio, en forma de palabras escritas en un mensaje electrónico, o quizá como te gustaba a ti: en un trozo pequeño de papel escrito a las prisas de puño y letra. 

De un tiempo acá te parecerá extraño si te digo que cuando pienso en eso, más allá de ensombrecerme por escuchar tan sólo el sonido de la nada, yo misma sonrío, porque algo que no sé bien ni como explicar, me hace saber que cualquier otro día, cuando yo ni siquiera lo piense, aparecerás como si nada en mi vida. 

No tengo idea si te reconoceré en esta vida o en otra, siendo yo alguien totalmente distinta... Si llegarás a preguntarme algo intrascendente como cotidiano, si acudirás a la misma playa que yo vaya en un día que aún no he vivido, o si quizá estarás en el lugar contiguo en el primer día de una nueva clase... 

Tal vez alucino y el Punto de Encuentro no será en forma física... Quizá apareció ya sin darme cuenta en un lejano y extraño sueño... de esos que se dan cuando mis ojos se cierran en el mundo real... 

Te confieso que desde hace apenas un muy breve tiempo ya no vivo esperando eso, pero mi corazón si se estremece con la simple idea de que un día o una madrugada, en cualquier punto geográfico de la irrealidad o el mundo cotidiano pueda suceder...

 No sé si será a través de una sonrisa, si te reconoceré al descubrir tu reflejo en mi mirada... Tal vez las cosas sean tan casuales como distintas y sin importar cuando y donde se den las condiciones que propicien ese Punto de Encuentro, (sin importar que hoy por hoy yo no haya encontrado aún las señales que hasta ahí me lleven), tengo toda la eternidad de sobra para esperar a que me sucedas otra vez.

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