Decir adiós a la gran ciudad...
Después de 6 días mis pasos se detuvieron en este lugar que aparece en la imagen... Para mi ya es como una especie de ritual, que cuando es el último día, mis pasos cansados me llevan siempre en dirección hasta este punto para despedirme de la ciudad.
Hoy no fue la excepción, y este recinto me ofreció además de un espacio para descansar junto a un montón de personas que también tenían su propia historia; unos minutos bajo un cielo nublado para poner en orden todos los pensamientos y emociones vividos en este último día.
Ha sido un viaje muy cansado, pero muy productivo en todos los sentidos. Este martes se me erizó la piel y el corazón al estar en La Casa Azul de Diego Rivera y Frida Kahlo (pero ya les contaré en los próximos días sobre eso).
Como siempre me faltó tiempo, pero creo que lo más importante ya lo tengo listo para guardarlo junto al equipaje; y luego -llegando a mi casa- en los cajones del alma.
Son más de las 9 de la noche y desde aquí me despido de esta ciudad donde todos los días aprendes algo y ves cosas diferentes... Termina la aventura y en los próximos días les compartiré las notas y las imágenes que han conformado las páginas de colores de la bitácora de viaje.
Seguramente cuando ustedes lean esto, yo iré volando de regreso a casa con la maleta cargada de recuerdos e imágenes nuevas que darán pie a otras historias que ya no son tan mías; así como también de varios libros nuevos para leer ¡Yupiii!...
Nos leemos hasta entonces... Gracias a Dios por todo lo vivido en estos días.
Comentarios
Te dejo un abrazo!
No sé si eres la misma persona que ayer me dejó un comentario en otro de los posts y nada más quiero decirte que muchas gracias por tu comentario, por seguir pasando por el blog y que bueno que te gustó, ya que en el transcurso de la próxima semana voy a subir más fotos y a compartir todo lo que me tocó vivir durante mi estancia en la Cd. de México.
Gracias por pasar y bienvenido (a), cuando gustes volver aquí.