Página Suelta de Diario...
28-VII-2011.
Noche de Jueves y llueve mientras escribo.
La última vez que estuve aquí quería escribir sobre tantas cosas que pasaban por mi cabeza y ya no pude, pero hoy quise tomarme el tiempo para hacerlo, porque escribir es en cierta forma como hacer una pausa, dejar por un momento en segundo plano todo lo que a diario me acapara y me distrae, para sentarme un momento y escucharme a mi.
Desde ayer pensaba, en que cuando volviera al diario, me gustaría escribir sobre lo que pasa conmigo allá afuera, en el mundo real donde todos los días estoy, y en otra página plasmar en letras, todo lo que a la par de esta vida tan normal, también está en mi interior.
La otra vez, mientras caminaba por la calle de regreso a casa, intentaba desprenderme un poco de este disfraz que me tocó llevar en esta vida, que resguarda todo lo que yo soy en esencia y trataba de imaginarme: ¿Cómo me vería yo misma desde afuera, si en el exterior yo fuera otra persona? -Así, tal y como se lo pregunté a uno de los pocos ángeles terrenales que alguna vez he visto directo a los ojos, y que hace ya tiempo se fue de aquí-
A simple vista, para la gente que no me conoce, puedo ser una mujer más como tantas otras que viven en esta ciudad y que a diario va y viene de su casa al trabajo. La verdad no sé si mi apariencia física denotará la edad que llevo viviendo en esta tierra, y quizá ni siquiera se me ha ocurrido preguntarle a alguien, porque desde siempre lo sentí, y en esta etapa más reciente de mi vida, me he dado cuenta que todo lo que realmente soy está en mi interior.
Las cosas que necesito para vivir en el mundo real (que así le llamo yo a todo lo que forma parte del día a día), de las cosas que hago, de lo que Martha es como persona, como compañera de trabajo, como amiga, como hermana o hija dentro de una familia; de los roles que aún le falta completar; todo eso es muy distinto a lo que el alma necesita para nutrirse, para fortalecer todo eso que a diario le ayuda a sobrellevar quizá los momentos difíciles, o cuando un sentimiento oscuro le domina, cuando el mundo, ante ciertas circunstancias, se vuelve un lugar hostil.
Esa es la parte de mi que muy pocas personas conocen. El aspecto en el que en este momento de mi vida estoy intentando enfocarme más y en el que como todo lo que no es blanco, ni tampoco negro, tiene hilos enredados como en una especie de madeja; pero que ya desde hace tiempo le confié a Dios; porque estoy segura que a su tiempo encontraré el punto que me lleve en dirección hacia donde se encuentra el camino para poderlos resolver.
Más que una chava medio seria y medio extraña que no encaja para nada con el estereotipo o la imagen de lo que debe ser una mujer a esta edad y en la etapa en la que yo me encuentro; si en este día, yo fuera una más de todas esas tantas personas que a diario caminan por la calle, o mejor aún: Que pudiera ser sólo algo o alguien invisible o sin forma, entendería a la perfección porque esta mujer que en una pequeña libreta va anotando las cosas que son importantes; descubrió que a través de las letras podía dibujar todo lo que no tiene forma y con otros ojos se percibe allá afuera, si se está atento para observar sin ver.
Ella es la que yo quiero que se quede aquí, entre estas Páginas Sueltas y de Colores, la que me encantaría que reflejaran más las palabras que una imagen impresa en un papel fotográfico. La que en un futuro, sin importar que al igual que tú (que ahora lees esto); tenga problemas, o algún día se enferme, o en un día cualquiera tenga ganas de llorar porque por dentro le duela algo -como te puede pasar a ti también- sea al mismo tiempo tan capaz de desprenderse de todo eso, para contarte una historia surgida de su imaginación o de algo que haya visto.
Alguien que pueda describirte las emociones que vienen y se sientan en el suelo junto a ella, cuando un cuaderno de diario se abre en medio de un parque, o en una noche como esta, para ayudarle a describir los sonidos de la lluvia.
Tal vez cuando escriba que este día contó, porque dio un paso más para alcanzar un sueño y ganarse el acceso a escribir en La Bitácora de Viaje una historia distinta, o que simplemente hable de que en una noche como esta, se dio cuenta que el siguiente sueño a perseguir será un viaje en globo, una vez que el otoño haya regresado de unas vacaciones largas, o quizá llegar hasta ese punto no muy lejano donde la tierra se divide en dos mitades, y donde ella, aún sintiéndose mucho más pequeña de lo que ya es, se emocione al imaginar todo lo que escribirá desde ahí.
Todo eso es lo que yo quiero que perdure en letras. Quiero que este diario se llene más de todo lo que aprenda y me sorprenda... y menos de lo que me preocupe o me duela.
Con esa idea me voy a dormir esta noche, ojalá la vida me regale siempre pretextos desde el alma, que como cada noche me hagan volver como siempre hasta aquí.
Las cosas que necesito para vivir en el mundo real (que así le llamo yo a todo lo que forma parte del día a día), de las cosas que hago, de lo que Martha es como persona, como compañera de trabajo, como amiga, como hermana o hija dentro de una familia; de los roles que aún le falta completar; todo eso es muy distinto a lo que el alma necesita para nutrirse, para fortalecer todo eso que a diario le ayuda a sobrellevar quizá los momentos difíciles, o cuando un sentimiento oscuro le domina, cuando el mundo, ante ciertas circunstancias, se vuelve un lugar hostil.
Esa es la parte de mi que muy pocas personas conocen. El aspecto en el que en este momento de mi vida estoy intentando enfocarme más y en el que como todo lo que no es blanco, ni tampoco negro, tiene hilos enredados como en una especie de madeja; pero que ya desde hace tiempo le confié a Dios; porque estoy segura que a su tiempo encontraré el punto que me lleve en dirección hacia donde se encuentra el camino para poderlos resolver.
Más que una chava medio seria y medio extraña que no encaja para nada con el estereotipo o la imagen de lo que debe ser una mujer a esta edad y en la etapa en la que yo me encuentro; si en este día, yo fuera una más de todas esas tantas personas que a diario caminan por la calle, o mejor aún: Que pudiera ser sólo algo o alguien invisible o sin forma, entendería a la perfección porque esta mujer que en una pequeña libreta va anotando las cosas que son importantes; descubrió que a través de las letras podía dibujar todo lo que no tiene forma y con otros ojos se percibe allá afuera, si se está atento para observar sin ver.
Ella es la que yo quiero que se quede aquí, entre estas Páginas Sueltas y de Colores, la que me encantaría que reflejaran más las palabras que una imagen impresa en un papel fotográfico. La que en un futuro, sin importar que al igual que tú (que ahora lees esto); tenga problemas, o algún día se enferme, o en un día cualquiera tenga ganas de llorar porque por dentro le duela algo -como te puede pasar a ti también- sea al mismo tiempo tan capaz de desprenderse de todo eso, para contarte una historia surgida de su imaginación o de algo que haya visto.
Alguien que pueda describirte las emociones que vienen y se sientan en el suelo junto a ella, cuando un cuaderno de diario se abre en medio de un parque, o en una noche como esta, para ayudarle a describir los sonidos de la lluvia.
Tal vez cuando escriba que este día contó, porque dio un paso más para alcanzar un sueño y ganarse el acceso a escribir en La Bitácora de Viaje una historia distinta, o que simplemente hable de que en una noche como esta, se dio cuenta que el siguiente sueño a perseguir será un viaje en globo, una vez que el otoño haya regresado de unas vacaciones largas, o quizá llegar hasta ese punto no muy lejano donde la tierra se divide en dos mitades, y donde ella, aún sintiéndose mucho más pequeña de lo que ya es, se emocione al imaginar todo lo que escribirá desde ahí.
Todo eso es lo que yo quiero que perdure en letras. Quiero que este diario se llene más de todo lo que aprenda y me sorprenda... y menos de lo que me preocupe o me duela.
Con esa idea me voy a dormir esta noche, ojalá la vida me regale siempre pretextos desde el alma, que como cada noche me hagan volver como siempre hasta aquí.
¡Gracias por leerme y dejarme escribir!
Comentarios
Tu texto me hizo recordar a la mujer frente al espejo, un post tuyo viejito que todavía tengo la hoja guardada en mi mesita de luz.
Cuando una persona es pura, honesta, sincera, noble, en definitiva hermosa por dentro eso se nota no sé si en el exterior sino en tus actos, porque como vos misma te definís que sos una persona seria, eso no tiene nada que ver con tu ser por dentro, nada más se nota en el exterior, pero en tus actos, en tu forma de actuar e ir por la vida SOS HERMOSA!
Que siga el diario y fotos de Soraya para acompañar tus letras.
P.D. No hay una pluma más linda que la tuya, se nota que significa mucho cuidala por favor, después que escribís con ella todo es diferente al hacerlo con otra.
Gracias por tus palabras, y por pasar aquí siempre a primera hora del día, me encanta despertar y encontrar tus comentarios... Sobre la pluma. Creo que tu sabes que ha sido uno de los mejores regalos que he recibido y siempre va junto a mi a donde quiera que vaya.
P.D: Te contesté en la cajita chismosa también.