Bitácora de Viaje: De Camino Por El Centro Histórico.
Todavía en el Domingo 11 de Septiembre (en la última parte del día)...
...Desde la primera vez que la vida me dio la oportunidad de salir de el lugar en donde vivo para recorrer un camino que me llevó a ver lo que existía muy lejos de casa; aprendí que los viajes -como digo yo- siempre te llenan de imágenes, sonidos y aromas nuevos...
La ciudad de México no es la excepción, y desde la primera vez que estuve ahí (en el primer año de un nuevo siglo), esos tres elementos me envolvieron para revelarme cómo es la vida en la capital del país.
Después del encuentro con los ángeles terrenales (que así le llamo yo desde siempre a las personas de buen corazón que a veces encuentras en el camino y te ayudan cuando más lo necesitas); algo pasó, porque a pesar de que estaba molida por fuera, mi interior todavía tenía cuerda y un repentino entusiasmo que se apoderó de mi de repente, me llevó a aventurarme a pesar del cansancio, para ir a recorrer otra vez las calles del Centro Histórico... Siempre quise describir con palabras todo lo que visual y emocionalmente percibes al perderte entre tanta gente, pero primero me gustaría a través de las imágenes revivir ese recorrido con todo aquel que me regale un poco de su tiempo, al pasar por aquí y descubra conmigo todo lo que encontré en la zona centro del D.F.
Un mundo de gente atraviesa de un extremo a otro las avenidas principales.
Por la calle Madero rumbo al Zócalo.
Iglesias antiguas en todos los rincones del centro histórico.
Homenaje a Cantinflas, este performance me encantó porque estaba muy bien realizado y en un letrero que tenían al pie de la bicicleta venía toda la explicación detallada de la época y la técnica para hacer esa representación.
Neytiri de Avatar.
Un soldado metálico que aceptó tomarse una foto cuando ya había terminado su trabajo.
Un fotógrafo metálico... Si le regalabas una moneda, te daba un papel con algo escrito que extraía del portafolio que tiene en los pies.
La Muerte... Ya narré mi encuentro con ella AQUÍ
Un grupo de música tipo latinoamericana.
Claro oscuros encontré a mi paso... Era una tarde nublada y de repente entre calles sorprendía el sol.
Cada vez más cerca del Zócalo y siguiendo el camino del sol.
Los Faraones también cobran vida en las calles del Centro Histórico.
Este personaje era muy chistoso y la foto me dio risa porque el muchacho posó para mi cámara, pensando que yo era quien le iba a vender la foto.
Davy Jones de Piratas del Caribe.
RoboCop.
¡Buzz Light Year!
Primero le daba vergüenza posar para la cámara... Pero le regalé una moneda y...
La foto perfecta de Monsters Inc. (¡El ojo me encanta!).
El Capitán América (después de algunos tacos) y El Chavo del 8.
Cookie Monster (otro de mis personajes favoritos).
Las calles contiguas al Zócalo ya adornadas para las Fiestas Patrias.
Los Faraones... ¡Again!
Tiendas de marca sobre la Av. Madero.
Los Human Freeze abundan entre las calles del centro.
El contraste entre lo mágico y la realidad... Un niño de escasos recursos trabajando en el Centro Histórico.
Eduardo Manos de Tijera... Una de las caracterizaciones más impresionantes.
La famosa Casa de Los Azulejos ya en el camino de regreso al hotel.
La famosa Torre Latinoamericana y el edificio de Sears en una tarde nublada.
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Cada vez que alguien comparte sus vivencias sobre un viaje, es como abrir el álbum de los recuerdos y las sensaciones que esa persona experimentó... Hoy, yo les he expuesto aquí un poco de lo que mis sentidos atraparon y si tuviera que describir ¿cuáles son los aromas que se perciben al recorrer las calles de la ciudad de México?, quizá diría muchas cosas.
El D.F. huele a una mañana húmeda sobre las rocas y los muros resquebrajados de las iglesias antiguas, huele a la prisa de las 8:00 de la mañana y al vapor del café y la avena que te invita a desayunar algo rápido de camino a tu trabajo. Huele también a los guisados y condimentos con que se preparan los tacos de la esquina, huele al pan que acompaña las charlas por las tardes y al maíz fresco con que se preparan las tortillas de colores y se cocen los nopales sobre un comal instalado en una esquina.
En contaste con los sabores y aromas los pensamientos y la fantasía también se entrelazan, porque al recorrer las calles del Centro Histórico, (sobre la Avenida Francisco I. Madero); entre un mundo de gente te puedes cruzar en el camino con personajes históricos como Miguel Hidalgo, pero también con verdaderos artistas que se ganan la vida transportando hasta nuestra realidad a personajes de ficción.
Los pensamientos también cobran forma y se expresan en voz alta por medio de las letras; puesto que puedes ver lo contrastante que puede ser la fantasía cuando se mezcla con lo fuerte que puede ser la realidad... En ese sentido, de las cosas que más me impresionaron fue el niño con el acordeón, interpretando una melodía que tal vez aprendió por inercia para poder ganarse la vida, y una chica que encontré a mi paso, sentada cerca de un poste y que tenía la mayor parte de la piel de su cuerpo quemada.
Ella estaba vestida con un traje regional como los que usan las mujeres en el estado de Puebla; y en el momento en que yo la encontré estaba tejiendo algo como en una especie de hilar de madera, y aunque por respeto no le tomé una fotografía, me impresionó que a pesar de que también le faltaba una de sus manos y se apoyaba en una especie de gancho, estar ahí, fabricando artesanías, era su manera de afrontar sus circunstancias y seguir adelante con su vida. Las 4 ó 5 palabras que intercambié con ella fueron sin duda, una gran lección en ese día.
Otro pensamiento que también quiero compartir en "voz alta", fue el sentimiento de enojo que me produjo ver la explanada del Zócalo repleta de manifestantes. Yo siempre he respetado los diferentes puntos de vista de las personas, pero no comparto ni los criterios ni las ideologías de las personas que realizan protestas en contra del gobierno, porque si bien es cierto que existen muchas situaciones injustas en nuestro país, lo que a mi me tocó ver en esa zona de la ciudad, aparte de darle una mala impresión a la gente que es turista; toda la gente que estaba ahí invadiendo, me dio la impresión de que es gente que no le gusta trabajar...
Por esas fechas, cuando yo estuve ahí, faltaban un par de días para el festejo por el aniversario de la Independencia; los manifestantes tenían apostados en esa zona alrededor de 3 meses y justo un día antes de la celebración, representantes del gobierno llegaron a un acuerdo con toda esa gente y lograron retirarlos de la explanada...
Cuando me enteré de esto me quedé pensando... El gobierno se dignó a negociar con ellos, porque era evidente que necesitaban tener desocupada esa área para el día de la celebración; pero si después de 3 meses, un conflicto lo resolvieron en uno o dos días... ¿se imaginan lo que pasaría si con ese mismo interés y prisa se enfocaran a resolver otros problemas?, tal vez las circunstancias de nuestro país serían hoy distintas...
Pero bueno... Así es México... Un lugar donde puedes ver las cosas más maravillosas e impresionantes, pero al mismo tiempo puedes sorprenderte con lo más absurdo e inverosímil, precisamente porque la historia y la realidad convergen como si fueran casi una misma cosa...
Alguna vez, hace ya tiempo, un gran amigo me dijo que él no sabía si era porque él vivía en el D.F, pero que nunca se le había ocurrido observar, vivir y percibir el lugar en donde vive, de la misma forma que lo hice yo desde la primera vez que estuve ahí... Tal vez sea porque a mi todo me sorprende, y respecto a las calles del Centro Histórico, sin importar cuántas veces las hayas recorrido, nunca sabes con lo que te vas a encontrar...
Ese día, además de los pasos, se me agotaron las monedas, porque fue un gusto poder contribuir con algunos de los artistas que le dan colorido a cada una de esas avenidas y hacen de el recorrido por la zona centro toda una experiencia que también quizá te sirva para escuchar tu propia voz, ordenar tus pensamientos... Pero sobre todo agradecer y reflexionar acerca de lo afortunado que eres, a través de todas y cada una de las cosas que encuentras a tu paso por ahí...
Cuando me enteré de esto me quedé pensando... El gobierno se dignó a negociar con ellos, porque era evidente que necesitaban tener desocupada esa área para el día de la celebración; pero si después de 3 meses, un conflicto lo resolvieron en uno o dos días... ¿se imaginan lo que pasaría si con ese mismo interés y prisa se enfocaran a resolver otros problemas?, tal vez las circunstancias de nuestro país serían hoy distintas...
Ojalá que hoy aquí, yo lo haya podido transmitir a cada uno de ustedes por medio de estas Páginas Sueltas; pero me gustaría más que en un futuro no muy lejano, puedan percibirlo por ustedes mismos y quizá al estar ahí recuerden lo que un día leyeron aquí...
¡Nos leemos pronto!
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