Bendigo.
Esta es la oración que digo de madrugada, cuando me despierto y a pesar del tiempo y la distancia, sigo pensando en ti:
Bendigo tu bien, que sólo lo bueno te acompañe.
Bendigo tu inteligencia, que siempre sepas lo que debes hacer. Bendigo tu belleza, armonía, y pureza, para que todo el mundo se sienta bien a tu lado.
Bendigo tu salud, que nunca te enfermes... Bendigo tu prosperidad, que jamás te falte nada...
Bendigo tu libertad, que nunca estés atado a nada indeseable... Bendigo tu amor, que siempre tengas a tu lado a quien amar, pero sobre todo bendigo el amor que vive en tu interior, que siempre esté latente y jamás sientas que te hace falta...
Bendigo todo lo que eres, todo lo que fuiste y lo que serás...
Bendigo que te hayas cruzado en mi camino, que me hayas permitido aprender y también enseñarte, así como bendigo que ahora cada uno siga su camino en paz.
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